El San Pedro es un colegio que brinda una sólida formación católica, lo cual implica iniciar a sus  alumnos en una relación de amor filial para con Dios. De allí se deriva una relación cordial, sincera y solidaria con los demás. Para ello es menester suministrarles una adecuada formación en la doctrina, la liturgia y la oración, como así también en la vivencia de nuestra fe. Nos proponemos una espiritualidad que parta de la verdad revelada por Dios en las Sagradas Escrituras, que abreve en las enseñanzas de los Padres y Doctores de la Iglesia, especialmente de Santo Tomás de Aquino, y en los ejemplos de los grandes santos, particularmente los del Siglo de Oro Español, siempre bajo la guía del magisterio auténtico de la Iglesia. Para lograr estos objetivos el colegio cuenta con la presencia constante del sacerdote, catequesis desde el nivel inicial hasta la finalización del bachillerato, y un cuerpo docente que transmite la cosmovisión cristiana tanto en la enseñanza de las diversas disciplinas como en el testimonio de la vida personal. Se preparará a los alumnos que lo deseen para la primera comunión en tercer año de la primaria, y para la confirmación en el nivel polimodal. El colegio también ofrecerá la posibilidad de la confesión frecuente y la comunión diaria a sus integrantes, así como un pensamiento espiritual en la formación cotidiana. Para los alumnos mayores habrá convivencias y retiros espirituales todos los años.
La capilla, con la reserva del Santísimo Sacramento, es el corazón del colegio, para que todos aquellos que lo deseen (alumnos, padres, personal docente y no docente, ex alumnos, etc.) puedan tener sus momentos de oración con el Señor. La devoción a la Virgen María, nuestra madre del cielo, será siempre una nota distintiva de nuestro colegio, así como también a su patrono principal, el glorioso apóstol San Pedro, y sus patronos menores, San Francisco Javier y Santa Teresita del Niño Jesús.
El colegio San Pedro se propone transmitir esta sólida formación religiosa a sus alumnos en el marco de la libertad, ofreciéndola como un ideal y no como una obligación escolar. Aspiramos así a que ellos la asuman como propia, la incorporen a sus vidas y la sigan practicando después de egresados, por propia decisión.